Esta serie de traslados comenzó el 4 de octubre cuando Oryzon trasladó su sede social a Madrid, pero el desencadenante se produjo al día siguiente, cuando las dos principales entidades financieras catalanas, CaixaBank y el Banco Sabadell, anunciaron que cambiarían la sede social a Valencia y Alicante, respectivamente; tras ver cómo los inversores aplaudían la decisión tomada por Oryzon.[15] Ambas leyes fueron suspendidas por el Tribunal Constitucional tras los recursos presentados por el Gobierno de España.[19] Sin embargo dichos resultados fueron ampliamente cuestionados tanto por las irregularidades detectadas durante el proceso,[20] como por la falta de ratificación por un órgano independiente.Aquel mismo día seis empresas como Abertis, Freixenet, Dogi, Arquia o el Banco Mediolanum avisaron que propondrían medidas similares.Según anunciaron, esta decisión seguiría vigente mientras se mantuviera la situación que vivía Cataluña.La medida permitía facilitar el traslado inmediato de aquellas empresas con sede social en Cataluña.