Translatio studii

[2]​ En el siglo XII Chrétien de Troyes da un paso más, identificando París como nuevo centro del saber y el romanz (la lengua romance o vulgar) como la nueva lengua apropiada para la cortoisie (la actitud propia de los caballeros), y ya no el latín.[3]​ Como encomio de las universidades o las academias que se creaban en cualquier otra ciudad de Europa occidental, la expresión "Atenas moderna"[4]​ se reivindicaba para emparentarla con aquellas en las que florecieron el arte y cultura clásica.La metáfora se retoma en el siglo XVII por el inglés George Herbert, que la aplica a un futuro paso de la "luz" al Nuevo Mundo, al otro lado del Atlántico.El corolario pesimista de la translatio studii es la translatio stultitiae: las regiones abandonadas por la luz se ensombrecen, cayendo en la ignorancia; así lo utiliza en el siglo XVIII Alexander Pope.Puede considerarse que la translatio studiorum comienza en el año 529, cuando Justiniano I cierra la Academia de Atenas y culmina con la llegada del aristotelismo a la universidad de París en el siglo XII.