Literalmente, es el trabajo realizado con las manos (la palabra "manual" viene del latín manus, "mano") y, por extensión, es el trabajo realizado con cualquiera de los músculos y huesos del cuerpo,[1] dependiendo de las partes que deban utilizarse predominante o exclusivamente para la actividad correspondiente.[2] Aunque casi cualquier trabajo puede potencialmente tener habilidad e inteligencia aplicadas, muchos trabajos que en su mayor parte comprenden labores manuales -como la recolección de frutas y verduras, la manipulación manual de materiales (por ejemplo, el almacenamiento en estanterías), la excavación manual o el ensamblaje manual de piezas- a menudo pueden ser realizados con éxito (si no con maestría) por trabajadores no cualificados o semicualificados.Basándose en conflictos de intereses económicos y sociales, se puede llegar a distorsionar esa correlación parcial en una exageración que equipara el trabajo manual con la falta de habilidad, con la falta de cualquier potencial para aplicar la habilidad (a una tarea) o para desarrollar la habilidad (en un trabajador) o con la clase social baja.Requiere más o menos destreza, uso de la fuerza y habilidades motrices.En 1963, el economista y profesor universitario alemán Paul Riebel distinguió los siguientes procesos de fabricación, con algunos ejemplos, que requieren más o menos trabajo manual:[6] El trabajo manual en la automatización total se limita a la tecnología de control.