[1][2][3] Los venenos de insectos que se administran activamente son mezclas.
El entomólogo estadounidense Justin O. Schmidt también sugirió que algunas especies de dípteros, crisopas y escarabajos pueden administrar venenos con piezas bucales,[15] pero no está claro si las observaciones subyacentes eran los efectos de los jugos digestivos.
Los gansos con espuelas también comen escarabajos del aceite (Meloidae), que contienen cantaridina.
Otros, actuando como chaperonas, modifican la estructura terciaria de las proteínas y, por tanto, sus funciones.
Se pueden encontrar comúnmente en casi todo el mundo y su tamaño varía desde unos pocos milímetros hasta 3 o 4 centímetros.
Las toxinas de las chinches asesinas son pequeños péptidos con conectividad disulfuro que actúan sobre canales iónicos.