Entre los favoritos para adjudicarse la ronda gala se encontraban corredores como Greg LeMond, Laurent Fignon, Pedro Delgado o Erik Breukink.
Sin embargo, perdería el maillot amarillo al abandonar en la 5.ª etapa con la clavícula rota a causa de una caída.
Dos días después, el equipo PDM al completo abandonaría la competición a causa de una intoxicación alimenticia.
Miguel Induráin se escapó en el descenso del Tourmalet y, junto a Claudio Chiappucci, que se le uniría más tarde, protagonizaron una escapada que terminó con la victoria de este último y con el navarro vestido de amarillo.
Miguel Induráin entró segundo, a rueda del italiano Gianni Bugno, que vencería en la mítica cima.