Un Privilegio Real del rey Sancho IV otorgó a la aldea del Casar una tierra a su alrededor para que el ganado pudiera pastar allí libremente (1291), época en la que este queso sirvió incluso como forma de pago.
La salazón puede ser húmeda o seca, utilizándose exclusivamente cloruro de sodio.
En las etiquetas, contraetiquetas y otros sistemas destinados a identificar los productos amparados deberán destacar el nombre y logotipo de la denominación de origen protegida «Torta del Casar», así como todas aquellas indicaciones que estipule la legislación vigente en la materia.
La textura, cualidad fundamental y diferencial de este queso, presenta cremosidad moderada o alta, carácter graso, fundente, y granulosidad suave o nula.
Su olor es de intensidad media o baja de la familia láctica y/o vegetal, y el sabor es intenso, poco salado, apenas ácido, y con un suave amargor motivado por el uso del cuajo vegetal.
Una vez hecho esto, se introduce en el horno a 200 °C entre 10 y 15 min.