Al oeste se alza un páramo conocido como pico del Águila que supera los 500 metros de altitud.En el siglo XIII pasó a manos de la familia navarra Estúñiga.En ella se realiza un manifiesto fechado el 25 de febrero de ese mismo año exigiendo en sus propias palabras que «Los Riojanos estén unidos en una sola familia» y continúan haciendo referencia a «Los daños gravísimos que nos ha causado una dependencia tan impolítica, como desbarrada», refiriéndose, naturalmente, a la desmembración de La Rioja entre Soria y Burgos.Al llegar al tramo de Torremontalbo y disponerse a cruzar el puente por el que atravesaba la vía; la primera locomotora llegaba al final de este cuando algo hizo que la segunda locomotora se saliera de la vía y con ella el resto del convoy.Sin pensárselo dos veces los vecinos cenicerenses rescataron en menos de nueve horas sin medios adecuados, ya que hasta la media noche no llegó el tren de Logroño con el material necesario, a casi todos los heridos, incluidos los fallecidos.Lo más probable es que fallase el enganche entre las locomotoras y el movimiento repentino de vaivén resultante provocase el descarrilamiento.Algunos fallecieron en dicha acción, exhaustos por sus esfuerzos como pudo ser el guardia civil perteneciente al puesto de Badarán; Manuel Castor Aguirre, al cual quiero hacerle un pequeño homenaje desde aquí, al igual que a los habitantes del pequeño municipio de Torremontalbo y Cenicero, en los que sin duda alguna aún recuerdan este suceso como si fuese ayer, tras haber pasado de generación en generación las vivencias de esas personas que un día sin más se vieron desbordadas e impotentes ante un acontecimiento de estas dimensiones para las que nunca se está preparado, y hace que florezca el verdadero carácter y sentimiento humano que realmente nos hace personas.Como bien dijo el escritor Mariano de Cavia “Al pasar por Cenicero hay que quitarse el sombrero”.Los pocos vanos originales están distribuidos en el segundo piso y en el último, tratándose de unos ventanales geminados.