A la caída del Antiguo Régimen la localidad se constituye en municipio constitucional en la región de Castilla la Vieja[5] que en el censo de 1842 contaba con 20 hogares y 86 vecinos.
A mediados del siglo XIX[6] este municipio desaparece porque se integra en el municipio de Torremocha de Ayllón.
A mediados del siglo XIX, el lugar, por entonces todavía con ayuntamiento propio, contaba con una población censada de 86 habitantes.
[10] El pueblo se extiende en torno a la pequeña iglesia parroquial de Santa María Magdalena en la que hay documentado un cáliz ejecutado por un platero de Sigüenza para esta parroquia en la segunda mitad del siglo XVI o principios del XVII.
En las cercanías del río Pedro se encuentra un molino de agua abandonado y la ermita, abandonada también, de Santa Cecilia.