El primo de su padre protegió sus intereses haciendo honor a la alianza que había suscrito con Manfredo.
Tomás amplió sus posesiones al añadir Carmagnola, y fijó las fronteras de sus estado, que quedarían inamovibles durante dos siglos.
Políticamente se puso del lado de los imperiales, como será tradición en la familia, aliándose a Saboya para combatir a Turín y Asti, contra los que tuvo diversas escaramuzas.
Tomás centralizó en sus manos todo el poder del marquesado, excluyendo a otros miembros de la familia.
Hizo a Saluzzo una ciudad libre, otorgándola una podestá para que un alcalde gobernase en su nombre.