Durante este período, su abuela pagó tributo al conde Tomás I de Saboya.
Sin embargo, el matrimonio nunca tuvo lugar por un posible problema de consanguinidad, ya que Azalaïs era prima carnal del padre de Tomás.
Amadeo se casó con Ana de Burgundia y Agnes ingresó en el convento cirtenciense de Santa María della Stella, en Rifreddo.
En 1218 Manfredo adquirió todo el poder y su abuela se retiró a un convento.
Esta alianza incluía una cláusula de defensa mutua contra Milán o Saboya, y se dejaba claro que si uno de los dos moría sin descendencia los territorios del finado pasaran a ser propiedad del que sobreviviese.