Guillermo VII de Montferrato

Por otra parte su hermana Adelaida (Alessia) contrajo matrimonio en 1263 con Alberto I de Brunswick-Luneburgo.

En sus primeros años, Guillermo se dedicó a ejercer su poder en el sur del Piamonte, igual que habían hecho muchos de sus antecesores.

Para conseguir mantenerles bajo control, Guillermo forjó una alianza con Francia y con la Iglesia.

Mientras, seguía esperando la ayuda de Alfonso, pero el rey había dado por perdido Alemania e Italia y aceptó dejar la corona a Rodolfo I.

Sin embargo, un pequeño grupo de soldados castellanos se puso en camino hacia Montferrato.

Tras la victoria avanzó lejos, llegando a tomar Trino Vercellese y Turín, lo que agravió terriblemente a la Casa de Saboya, que se consideraba la dueña por derecho de esta ciudad sobre el río Po.

Así, Guillermo finalizó la guerra en una posición mucho más fuerte que al inicio.

Habiéndose convertido en el líder militar de varias ciudades lombardas, entre las que se encontraban Pavía, Vercelli, Alessandria, Tortona, Génova, Turín, Asti, Alba, Novara, Brescia, Cremona y Lodi, Guillermo fue elegido jefe de la coalición antiangevina.

En el apogeo de su carrera, Otón Visconti solicitó su ayuda para luchar contra Napoleón della Torre.

Sin embargo, Milán se quedó sin líderes militares y Otón volvió a reclamar sus servicios.

Pero Guillermo no pudo disfrutar mucho tiempo de su estancia en Milán, ya que Alessandria y Asti revocaron su autoridad.

Debilitado por las continuas guerras, Guillermo perdió el control de Milán.

En 1287, una liga de ciudades formada por Asti, Génova, Milán, Cremona, Piacenza y Brescia consiguió la adhesión del conde Amadeo V de Savoya, y establecieron un cerco casi completo sobre sus dominios.

Los ciudadanos de la ciudad le rogaron que negociase la paz y Guillermo accedió.

Sin embargo, la victoria en Roccavione no acabó con el poder de Carlos en Piamonte.