Tomás de Berlanga

Aunque el obispo había mandado cartas a Almagro esté no las recibió porque fueron interceptadas en el camino.

En Lima, Pizarro se encargó de que fray Tomás fuera agasajado y atendido con esplendidez y viendo el obispo que no le era posible cumplir con la misión que le había mandado Carlos I de España, y contrariado por los acontecimientos, se dispuso para volverse a Panamá.

Durante los años 1534 al 36 se hacían los primeros estudios para establecer una comunicación interoceánica aprovechando las condiciones del istmo de Panamá.

Quizás agobiado por el inmenso trabajo misionero y las responsabilidades clericales, a los 50 años renunciaba al obispado de Panamá y regresaba a su pueblo natal; trajo consigo un caimán disecado procedente del río Chagres y que puede verse en la Colegiata de Santa María del Mercado, en Berlanga.

Además en Berlanga de Duero fundaba varias capellanías y señalaba rentas para dotar a huérfanas desamparadas.

Capilla funeraria de Fray Tomás en la Colegiata de Santa María del Mercado de Berlanga de Duero.
Estatua en su localidad natal de Berlanga de Duero.