Toda Aznárez de Pamplona

Abderramán, en respuesta, impuso que la reina Toda se presentara en el campamento musulmán como prueba de buenos propósitos.Toda se presentó con su séquito en Calahorra, donde estaba instalado el califa, que la recibió con altos honores.Estos, encabezados por el conde Fernán González, lo destronaron y nombraron rey a Ordoño IV.El médico personal del califa, Hasday ibn Saprut[6]​, le hizo beber infusiones durante cuarenta días para lograr el cometido.Desde el año 2001 tiene una calle con su nombre en el barrio pamplonés de la Rochapea.
Atrio del Monasterio de Suso . A la derecha las tumbas de las tres reinas de Navarra (Toda, Ximena y Elvira) y a la izquierda las de los Siete infantes de Lara .
Inscripción junto al sepulcro de la reina Toda.