Como muchos otros compuestos que contienen azufre, los tioéteres volátiles tienen olores característicos desagradables.
La nomenclatura de los sulfuros orgánicos o tioéteres es análoga a la que se sigue para los éteres,[2] pero indicando con el prefijo tio- que se trata de un compuesto organosulfurado.
Por ejemplo, C6H5SCH3 es sulfuro de metilfenilo, pero usualmente se le llama tioanisol, ya que su estructura está relacionada con la del anisol, C6H5OCH3.
[6] Mientras que los éteres son generalmente estables, los tioéteres (R-S-R) se oxidan fácilmente a sulfóxidos (R-S(=O)-R), los que pueden ser oxidados más aún a sulfonas (R-S(=O)2-R).
Algunos tioéteres se encuentran presentes en la naturaleza y algunos de ellos juegan un importante papel biológico.
Algunos ejemplos son el sulfuro de polifenileno es un plástico que resiste altas temperaturas y el demetón, un acaricida.