[2] La variante más extendida consiste en tomar un tronco, leño o rama gruesa —normalmente al inicio del Adviento—, dejarle comida cada noche y taparlo con una manta para que no pase frío.
[3] El extremo visible del tronco suele decorarse con barretina y una cara sonriente.
[2] En sus inicios el tronco nunca defecaba objetos grandes, sino chucherías, barquillos y turrones para los más pequeños.
[6] Con el paso del tiempo, ha evolucionado mucho hasta convertirse en una fiesta infantil con regalos el día de Navidad.
[6] Los padres dejan bajo la manta dulces y juguetes, ya sea antes del ritual o después, sin la presencia de los niños.