Más adelante, también se comenzó a dejar junto al árbol de Navidad.
En las zonas orientales del Alto Aragón, el ritual tenía una parte más lúdica, cuando los niños de la casa pegaban golpes a la tronca para que ésta "cagase" los presentes, que solían ser gominolas, caramelos, frutos secos y otras cosas para comer o jugar.
En la actualidad, varios colectivos intentan conservar y fomentar esta celebración por todo Aragón.
En Escalona, el más viejo o el dueño de la casa encendía la tronca y decía el sermón: Tú yes o tronco d'a casa por ixo yo bendizco con vin esta troncada En nombre de Dios y o nino que baixa ta la tierra ta que ta ista casa traigas a felicidat más plena O primer trallo ta Tú, porque Tú tot lo navegas O segundo por nusatros que nos des salut a espuertas O tercero ta que nieve y se críen as cosechas O quarto ta que as arreses no se disgracien ni mueran Y o quinto ta que a Paz En la zona oriental (incluyendo el Somontano, el Cinca Medio y algunos pueblos del Bajo Aragón), la tronca tiene, además del sentido ritual de bendición de la tronca, un sentido lúdico que no existe tanto en la parte occidental.
Así, se ha de seleccionar una tronca que tenga algunos agujeros para colocar dulces, galletas, nueces, piñones, guirlaches, mandarinas, higos, monedas, juguetes, etcétera.