Las primeras fuentes se remontan a Tito Livio y Ovidio.
El rol adjudicado al coro de comentar la acción recuerda la función que cumplía en los antiguos dramas griegos.
[1] Es la primera obra a la que Britten aplicó su término "ópera de cámara."
Los dos coros describen su propio papel como intérpretes cristianos de la historia pagana que va a comenzar.
A lo largo de la ópera el coro masculino narrará los pensamientos de los personajes masculinos, y el coro femenino hará lo mismo con los personajes femeninos.
Junio, cuya esposa estaba entre la mayoría infiel, desafía al joven Tarquino para que compruebe él mismo la castidad de Lucrecia.
El impulsivo príncipe, reclama un caballo y decide salir inmediatamente para Roma solo.
Bianca intenta detener al mensajero, pero Colatino, que comprende lo ocurrido, corre hacia su casa acompañado por Junio.
Junio planea usar este crimen del príncipe para extender la rebelión contra el rey.