La furia (película)

Meses después, en Chicago, la estudiante de secundaria Gillian Bellaver (Amy Irving) descubre sus poderes psíquicos, incluida la telequinesis y la percepción extrasensorial, durante una demostración en clase.

Las manifestaciones no controladas de estos poderes causan daño a las personas que la tocan o la provocan.

Ella se ofrece como voluntaria para asistir al Instituto Paragon, un centro de investigación que estudia los poderes psíquicos en adolescentes.

Peter le dice a Gillian que el director de Paragon, Jim McKeever (Charles Durning) está confabulado con PSI, una agencia secreta dirigida por Childress que secuestra a niños psíquicos para usar sus poderes como armas al servicio del gobierno estadounidense.

Aunque las habilidades de Robin han crecido a niveles sin precedentes, gradualmente se vuelve cada vez más inestable debido a la tensión psicológica ejercida por sus superiores, que culmina en un asesinato en masa dentro del Viejo Chicago, un parque de diversiones bajo techo.

Brian de Palma, inspirado por el éxito que había obtenido con Carrie, decidió filmar otra película del mismo género.

Aunque no fue demasiado apreciada por los críticos en la época de su estreno, su actitud hacia la película ha ido mejorando considerablemente con el paso del tiempo.