Territorio nacional del Chaco

El Chaco fue el territorio nacional (o gobernación) creado por el gobierno de la República Argentina, abarcando en un principio territorios pertenecientes hoy al Chaco Boreal del Paraguay y que también eran reclamados por Bolivia.

Como respuesta a la confiscación de buques y mercancías destinadas al Paraguay que realizó el gobernador unitario de Corrientes coronel Joaquín Madariaga en agosto de 1844, el presidente paraguayo Carlos Antonio López envió soldados a la isla del Cerrito y expulsó a los obrajeros correntinos instalados en ella.

En 1846 el gobierno paraguayo erigió una batería en su territorio frente a la isla (fortaleza de Itapirú) y destinó un piquete de diez soldados en la isla del Cerrito.

En 1847 desalojaron otros obrajes en territorio chaqueño frente a Corrientes, pero una creciente del río Paraná en 1848 destruyó la batería paraguaya y la isla fue evacuada.

Los límites del territorio no fueron mencionados en el decreto ni en la ley, pero se extendían desde el arroyo del Rey al Sur, hasta el río Verde al norte.

Desde el Este, el territorio se extendía desde la costa del Río Paraguay, su confluencia con el Paraná y la costa sobre este río hasta el Arroyo del Rey.

El 6 de octubre de 1874 mediante la ley N.º 686, se creó la Jefatura Política del Chaco, al sur del Río Bermejo, con sede en la actual Resistencia y bajo la dependencia del Poder Ejecutivo Nacional, aunque subordinada al gobernador con sede en Villa Occidental.

[4]​ La segunda, por su parte, se vio favorecida por la ley N° 4.141 del 7 de noviembre de 1902 que le adjudicaba una importante extensión que coincide con los actuales límites interprovinciales.

El decreto del 23 de octubre de 1915 fija otra división departamental en el Territorio Nacional del Chaco, con ocho departamentos: Tobas, Río Teuco, Martínez de Hoz, Napalpí, Tapenaga, Campo del Cielo, Resistencia y Río Bermejo.

En 1924 una rebelión indígena, motivada por los malos tratos de los colonos europeos y del gobierno, es sangrientamente aplastada, en lo que se conoce como la masacre de Napalpí, hecho que quedó impune.