Terremoto del Cusco de 1950

Su epicentro se localizó cerca de la ciudad del Cuzco, Perú.

[3]​[4]​ Media hora después del terremoto, los operadores de Radio Cusco pudieron reiniciar transmisiones pidiendo ayuda.

Horas después se logró la conexión con Radio Nacional del Perú y la transmisión no sólo daba datos de lo ocurrido sino que también propalaba mensajes de los habitantes.

Tras el informe del ministro, el día 23 llegó al Cusco el presidente Manuel A. Odría.

En algunas de esas fracturas surgió agua y arena durante el terremoto.

[1]​ En la ciudad, los edificios que más daños sufrieron fueron las iglesias y conventos construidos durante la colonia.

Finalmente, el 50% restante se entregaría al Banco Hipotecario del Perú para que lo emplee en el otorgamiento de préstamos hipotecarios a los propietarios de los predios que requieran reconstrucción.

[7]​ Esta norma generó un efecto positivo en el régimen jurídico de la ciudad debido a que para acceder a los préstamos hipotecarios, los propietarios requerían tener saneados los documentos que acrediten su derecho de propiedad.

Sin embargo, en una ciudad colonial como el Cusco, muchos de los inmuebles no contaban con dichos documentos siendo necesario en varios casos realizar consultas en los archivos históricos para obtenerlos o iniciar procesos judiciales con ese fin.

Esta situación alcanzó también a las órdenes religiosas que tenían predios centenarios en la ciudad.

En el claustro principal, la galería adosada a la iglesia quedó debilitada por la presión de esta.

La fachada de la galería septentrional se incluyó hacia el patio del claustro.

Las galerías de los claustros quedaron debilitados sobre todo en los ángulos del piso alto.

El pórtico sufrió escasos daños aunque el muro del ábside se derrumbó[14]​ El terremoto deshizo los arcos y la cúpula de la torre.

El púlpito quedó destrozado y muchos cuadros sufrieron la rasgadura de sus lienzos[15]​.

La destrucción fue completa en todas las partes del edificio que fueron de adobe y caña.

Todos los arcos torales se abrieron por las claves, la escalera principal perdió su cubierta y quedó inutilizable.

Sólo la galería oriental del claustro sufrió desperfectos de gravedad.

Todas las construcciones que rodeaban el patio de servicio se derrumbaron dejando al descubierto muros incaicos[19]​.

Este edificio, que se ubicaba en la actual Plazoleta de San Blas fue derrumbado posteriormente debido a los daños del terremoto.

El terremoto terminó de arruinar las partes peor conservadas del edificio que ya estaba en mal estado con anterioridad.

La fachada que da a la calle San Juan de Dios se inclinó hacia afuera.