Su funcionamiento se basa en la variación de la resistividad que presenta un semiconductor con la temperatura.
[2] El término proviene del inglés thermistor, el cual es un acrónimo de las palabras Thermally Sensitive Resistor (resistencia sensible a la temperatura).
El primer termistor NTC fue descubierto en 1833 por Michael Faraday, quien informó sobre el comportamiento semiconductor del sulfuro de plata.
Faraday notó que la resistencia del sulfuro de plata disminuía rápidamente a medida que aumentaba la temperatura.
Para los termistores NTC, al aumentar la temperatura, aumentará también la concentración de portadores, por lo que la resistencia será menor, de ahí que el coeficiente sea negativo.
Para los termistores PTC, en el caso de un semiconductor con un dopado muy intenso, este adquirirá propiedades metálicas, tomando un coeficiente positivo en un margen de temperatura limitado.
Por ejemplo, el siguiente modelo caracteriza la relación entre la temperatura y la resistencia mediante dos parámetros:
siendo: Por analogía a los sensores RTD, podría definirse un coeficiente de temperatura equivalente
Por ejemplo, para un termistor NTC con B = 4000 K y T = 25 °C, se tendrá un coeficiente equivalente
, que será diez veces superior a la sensibilidad de un sensor Pt100 con
En la siguiente figura se muestra la relación tensión–corriente de un termistor NTC, en el que aparecen los efectos del autocalentamiento.
Para obtener una buena estabilidad en los termistores es necesario envejecerlos adecuadamente.
Pero el principal inconveniente del termistor es su falta de linealidad.