Teorías de la élite

La élite en general se opone al pluralismo, una tradición que supone que todos los individuos, o al menos una multitud de grupos sociales, tienen el mismo poder y se equilibran mutuamente para contribuir a resultados políticos democráticos que representan la voluntad emergente y agregada de la sociedad.

La élite argumenta en general que la democracia es una postura utópica, como tradicionalmente se la considera en la tradición conservadora italiana, o que la democracia no es realizable dentro del capitalismo, como es la opinión de la teoría de la élite contemporánea más compatible con el marxismo.

Pareto enfatizó la superioridad psicológica e intelectual de las élites, creyendo que eran los mejores en cualquier campo.

[5]​ Mills publicó su libro The Power Elite en 1956, reclamando una nueva perspectiva sociológica sobre los sistemas de poder en los Estados Unidos.

[11]​ Muchas de estas ideas fueron adaptadas por los paleoconservadores Samuel T. Francis y Paul Gottfried en sus teorías sobre el estado gerencial.

[12]​ "Si las figuras dominantes de los últimos cien años han sido el empresario y el ejecutivo industrial, los 'hombres nuevos' son los científicos, los matemáticos, los economistas y los ingenieros de la nueva tecnología intelectual".

González emplea la teoría de la élite para explicar la interrelación entre la política ambiental y la expansión urbana en América.

Ver también: calentamiento global En su libro Reflections on the Revolution in Europe,[14]​ Ralf Dahrendorf afirma que, debido al nivel avanzado de competencia requerido para la actividad política, un partido político tiende a convertirse, en realidad, en un proveedor de "servicios políticos", es decir, el administración de oficinas públicas locales y gubernamentales.

Durante la campaña electoral, cada parte trata de convencer a los votantes que es la más adecuada para administrar el negocio estatal.

La consecuencia lógica sería reconocer este carácter y registrar abiertamente a las partes como empresas proveedoras de servicios.

[16]​ Como consecuencia, estos sistemas tienden a estar dominados por aquellos que pueden, generalmente las élites y las corporaciones.