En "Mil novecientos ochenta y cuatro", el protagonista, Winston Smith, escribe un diario en el que confiesa crímenes de pensamiento, como su odio secreto hacia el Gran Hermano y al Partido, con la finalidad de legarlo "al futuro" hacia futuras generaciones y jóvenes.
[4] Inicialmente, O'Brien aparece como tal, y se presenta así, especialmente cuando se las arregla para darle a Winston una copia de "El Libro", cuya posesión es un delito en el super-país de Oceanía.
Winston leyó dos largos extractos que establecían cómo los tres super-estados totalitarios (Asia Oriental, Eurasia y Oceanía) surgieron de una guerra global, conectando así el pasado con su presente, en el año 1984, y explicaba la filosofía política básica del totalitarismo que derivó de las tendencias políticas autoritarias, manifestadas en el siglo XX.
(El capítulo II, presumiblemente titulado "Libertad es esclavitud" después del lema del partido interno restante, no se detalla en la novela) pero parecen (los tres eslóganes) una forma de gaslighting para hacer a los Proles abandonar los tres principios fundamentales de la persona: fuerza-activación, libertad, y conocimiento y paz, tratando de crearles una realidad paralela, donde al abandonar esos tres principios, la verdadera masa colectiva, formada por personas individuales, sean fácilmente controlables.
En este capítulo se detalla la perpetua lucha de clases característica de las sociedades humanas; [7] comenzando con la observación histórica de que las sociedades siempre se han estado o se han dividido jerárquicamente en clases sociales y castas: los Superiores (que gobiernan); los Medios (que trabajan y anhelan suplantar a los Superiores) y los de Clase Baja (cuyo objetivo es la supervivencia diaria).
Así, en "El Libro" se expone que, en uno de los ciclos, al asumir el poder, los Medios (la nueva clase alta) apoyados por la Clase Baja (ahora denominados los Proles), integró una parte de la clase baja como "inner party" (partido interno) como fuerza o brazo político armado, por un lado, y como colectivo burocrático, por otro, elevando en un falso nivel, la servidumbre habitual de la clase baja para perpetuar sus propósitos.
Ian Slater escribe que, Goldstein, va más allá de las propias creencias y percepciones de George Orwell en trabajos anteriores, como La hija del clérigo, en el que los Medios fingen creer en la igualdad.
La nueva retórica de los Medios se convierte en Ingsoc y colectivismo jerárquico.
Al centrarse en el colectivismo exclusivo de unos pocos (Oligarquía Colectiva) sustentada en una mayoría mansa (los Proles) controlados por la "thought police" y una línea de Proles que fue ascendida a fuerza de control mediante la violencia, como policía dentro del partido interno, junto con otra formada por una burocracia colectiva (mezcla entre la nueva clase alta, quienes permanecen en la clase media, y una línea de la clase baja ascendida desde los Proles), El Partido puede consolidar su poder y presentar al Ingsoc como una continuación inevitable del capitalismo en el que los Proles (la clase baja) ya no serían explotados.
En realidad, las castas sociales ya no serían necesarias, pero, en la realidad, el colectivismo sólo sirvió para prolongar la explotación de los Proles (así denominó El Partido, a la clase baja bajo su tiranía).
El Partido en sí es una meritocracia, no hereditaria, pero que se estancó en un momento, donde se alzó a un Gran Hermano, más allá del propio partido interno, convirtiéndose en una tiranía sustentada en el colectivismo oligárquico, y la burocracia colectiva (junto con fuerzas de represión extraídas directamente de los Proles).
Eso se debe a que los Proles lo han perdido todo y no tienen nada, no tienen futuro, y lo desconocen, al desconocer el pasado, que ha sido manipulado por El Partido, creando una nueva historia o "postverdad").
Así, la guerra se convierte en una herramienta psicológica para establecer una especie de "paz" irónica, una estásis donde el progreso es imposible y nada cambia jamás, excepto la posibilidad de una eventual conquista global.
Sin embargo, aunque los miembros del partido interno han dedicado sus vidas a establecer a Oceanía como la potencia mundial universal, también utilizan un doble pensamiento en relación con la guerra, sabiendo que es necesario que el conflicto continúe indefinidamente para mantener intacta la estructura de la sociedad oceánica.
En sus conversaciones en la cámara de tortura, le dice a Winston que "El Libro" (libro de ficción supuestamente escrito por Goldstein) en realidad fue escrito por un comité que incluía a quien le torturaba, O'Brien.
Las propias palabras de O'Brien al responder, pueden ser un medio denominado "gaslighting" que consiste en afirmar algo que no es cierto, para reafirmar una mentira o estado previo e intencionalmente planteado, o simplemente con la finalidad de alterar la realidad de la persona cuando observa una parte de la realidad objetiva que no conviene o resulta inapropiada para la persona que ejerce la técnica, devolviendo, mediante el gaslighting, a una mentira, creando una realidad diferente o una línea diferente a la realidad objetiva observada (y denunciada o reclamada) por la persona.