Teoría prospectiva

La teoría prospectiva o teoría de las perspectivas (prospect theory) fue desarrollada en 1979 por los psicólogos Daniel Kahneman (Premio en Ciencias Económicas en memoria de Alfred Nobel en el año 2002, fallecido en 2024) y Amos Tversky (fallecido en 1996).Partiendo de evidencia empírica, la teoría describe cómo los individuos evalúan las potenciales pérdidas y rentabilidad.Por el contrario, el primer principio de la teoría de las perspectivas indica que la primera estará mucho menos satisfecha que la segunda: Una ha perdido y otra ha ganado.La función (Presentada en la figura) de valor la cual cruza por el punto de referencia tiene forma de “S” y es asimétrica, y esta asimetría implica, dado la misma variación absoluta, hay un mayor impacto en las pérdidas que en las ganancias (aversión a la pérdida).En contraste con la teoría de la utilidad que mide las ganancias y las pérdidas pero no su valor absoluto.En la siguiente fase de evaluación las personas se comportan como si pueden valorar (la utilidad), basadas en los resultados potenciales y sus respectivas probabilidades y entonces escogerían la alternativa que tenga la mayor utilidad.Ejemplo 1 Decisión 1: Hay dos alternativas, la A con la que se gana seguro 4.500€ y la opción B en la que se pueden ganar o 10 000€ o 0€, con una probabilidad del 50% cada una.Comparando las decisiones en los dos entornos podríamos decir que, normalmente, las personas son prudentes cuando se trata de ganar y más arriesgadas cuando pueden perder.En el problema 1 probablemente mostremos aversión al riesgo, como la gran mayoría de los humanos.La pérdida segura suscita mucha aversión, y ello hace que se asuma el riesgo.Ejemplo 3 Decisión 1: A lo que usted ya posee se le han añadido 1.000 dólares.Decisión 2: A lo que usted ya posee se le han añadido 2.000 dólares.Pero si las decisiones fueran realmente percibidas como idénticas, entonces deberíamos elegir lo mismo en ambas.El efecto de la seudocerteza implica que las personas pueden tener aversión al riesgo o aceptar un riesgo dependiendo de la cantidad implicada.Todo el tiempo estamos tomando decisiones; sin embargo, en determinadas ocasiones ninguna de las alternativas que se nos presentan nos genera mayor satisfacción al estado actual; por lo tanto, preferimos continuar con el mismo nivel de satisfacción.Por ejemplo, una persona lleva trabajando más de 15 años en una misma compañía y el gerente le ofrece subir el sueldo (de $3000 a $4000) pero deberá trasladarse a otra ciudad y no acepta.Esta persona está feliz en su trabajo, es feliz con su vida tal cual la lleva y por lo tanto no aceptará ninguna oferta que cambie su esquema de vida.Este efecto está asociado al valor que le damos a determinadas cosas, el cual cambia nuestra perspectiva; por ejemplo, una persona compra una casa valorada en $100.000 y vive en ella hasta su vejez (actualmente valdría $50.000), sus hijos le ofrecen una casa mejor en otro sitio de la ciudad y rechaza la oferta, una compañía le ofrece $500.000 y les dice que solo va a dejar la casa cuando muera, porque en ella se siente feliz.Si en nuestro trabajo se corre el rumor acerca de un bono que les van a dar a todos por un valor de $2000, esto creará una gran expectativa y situará su punto de referencia en $2000, entonces cualquier cantidad por encima de este valor será percibido como ganancia y cualquier valor por debajo será percibido como una pérdida.Otro ejemplo para explicar estos comportamientos podría ser el de una persona que se encuentra $10 en la calle.Con este dinero se pueden construir varios escenarios, podría comprar varios boletos de lotería y considerar que es una buena inversión y estaría feliz aunque no se obtenga nada (lo más probable es que no gane) o podría extraviarlos en cuyo caso estaría muy triste por la pérdida.Este dinero fue obtenido por casualidad y sin importar cuál de las dos alternativas tome, no debería ser percibido como una pérdida puesto que no era su dinero, el sentimiento habría sido el mismo aunque hubiese sido su propio dinero.De forma similar, ante una situación incierta analizamos todos los posibles resultados.El principio de la expectativa no muestra como realmente piensan las personas respecto a probabilidades relacionadas con determinados riesgos.Cuando una probabilidad cambia del 95% al 100% la utilidad que le damos es mayor, es el efecto certeza.El economista Maurice Allais (1911-2010) mostró al público esta teoría que entraba en divergencia con respecto a la teoría de la utilidad esperada, ampliamente aceptada por los economistas.En el patrón, los renglones superiores de cada celda muestran una situación ilustrativa y los renglones inferiores muestran como se comportan la mayor parte de las personas ante respectivas situaciones.Un ejemplo muy claro son las loterías, la gente quiere participar porque sobrevaloran una posibilidad ínfima de ganar una cantidad muy alta y atrayente.
La gráfica muestra el valor psicológico de las ganancias y las pérdidas que son las «portadoras» del valor en la teoría de las perspectivas (a diferencia de lo que sucede en el modelo de Bernoulli, en el que la riqueza total es la portadora de valor). La gráfica tiene dos partes distintas, una a la derecha y otra a la izquierda respecto a un punto de referencia neutral. Un aspecto ostensible de ella es que tiene forma de S, la cual representa la disminución de la sensibilidad a las ganancias y a las pérdidas. Y también es evidente que las dos curvas de la S no son simétricas. La pendiente de la función cambia de manera abrupta en el punto de referencia: La respuesta a las pérdidas es más enérgica que la respuesta a las ganancias correspondientes. Ello expresa la aversión a la pérdida.