Teoría de la dominancia social

[8]​ De este modo, las jerarquías se basan en: la edad (los adultos detentan más poder y estatus que los niños), el género (los hombres detentan más poder y estatus que las mujeres) y otras características arbitrarias que se dan en jerarquías grupales definidas culturalmente y que no necesariamente existirían en todas las sociedades, tales como el origen étnico (ejemplos: Estados Unidos, Bosnia, Ruanda), la religión (islam suní frente al chií), la nacionalidad o cualquier otra categoría construida socialmente.

[9]​[10]​ Las jerarquías sociales no son consideradas únicamente como características universales del ser humano: la SDT sostiene que hay evidencias de su presencia —incluida la mencionada estructura trimórfica— en homínidos y otros primates.

Es en el seno de dicha jerarquía social donde algunos individuos reciben un mayor prestigio, poder o riqueza que otros.

La jerarquía en función del grupo se distingue de la jerarquía individual en que la primera está fundamentada en la pertenencia o no a un grupo construido socialmente —según la raza, etnia, religión, clase social, idioma, etc.—, mientras que la segunda se basa en capacidades atléticas o de liderazgo, inteligencia, habilidades artísticas, etc.[13]​ Un supuesto básico de la SDT es que el racismo, el sexismo, el nacionalismo y el clasismo representan todos ellos diversas manifestaciones de una misma predisposición humana para formar jerarquías basadas en la pertenencia a un grupo social.

Mitos legitimadores son todos aquellos valores, actitudes, creencias, estereotipos, teorías conspirativas[24]​ e ideologías culturales adoptados por consenso.

Las ideologías que refuerzan la jerarquía (por ejemplo, el racismo o la meritocracia) contribuyen a incrementar los niveles de desigualdad entre grupos.

[32]​ Finalmente, la SDT concluye que la compensación relativa entre las fuerzas sociales incrementadoras y atenuadoras de jerarquía tiende a estabilizar la desigualdad entre grupos.

Por ejemplo, los individuos que puntúan alto en SDO no son especialmente religiosos, pero los que puntúan alto en RWA normalmente sí lo son; los altos en SDO no afirman ser benevolentes pero los altos en RWA generalmente sí.

[35]​ Otros investigadores creen que el debate relativo a las teorías sobre relaciones intergrupales ya no versa sobre cuál teoría puede englobar a todas las demás o explicar mejor todas las formas de discriminación.

[37]​ La relación entre las dos teorías ha sido estudiada por Altemeyer e investigadores como John Duckitt, quienes han sacado el mayor partido al hecho de emplear las escalas RWA y SDO en tándem.

Duckitt propone un modelo según el cual RWA y SDO afectan a las actitudes endogrupales y exogrupales según dos dimensiones distintas: RWA evalúa las amenazas sobre las normas y valores, por lo que puntuaciones altas en RWA predicen de modo consistente la presencia de opiniones negativas sobre los traficantes de drogas o las estrellas del rock, mientras que las puntuaciones altas en SDO no.

Por ejemplo: Duckitt también indicó que el modelo podría explicar tanto las ideologías antiautoritarias-libertarias como las igualitarias-altruistas.

La gente con una puntuación alta en la escala RWA se asusta fácilmente y valora la seguridad, pero no tienen por qué ser fríos, crueles o seguros de sí mismos en la medida en que lo son quienes puntúan alto en la escala SDO.

[47]​ La SDT recibió influencias desde las teorías de la élite presentadas por Karl Marx, Gaetano Mosca, Robert Michels y Vilfredo Pareto.