Determinismo económico

El determinismo económico o determinismo infraestructural es la hipótesis de que la evolución de las sociedades está gobernada o fuertemente restringida por factores económicos o tecnológicos, que son parte de la infraestructura de una sociedad.

El filósofo Karl Marx sugirió que las estructuras sociales están fuertemente condicionadas por factores económicos y el modo de producción, a su vez determinado por la tecnología (las fuerzas productivas).

Esta posición no debe confundirse con el determinismo económico en su sentido literal (la diferencia está en "condicionar" frente a "determinar" completamente).

A este respecto el propio Engels aclaró el sentido del determinismo económico que tanto él como Marx habían señalado: El antropólogo cultural Marvin Harris ha sido uno de los principales teóricos modernos del determinismo económico o infraestructural, aplicando dicho hipótesis para explicar instituciones y hechos de numerosas sociedades preindustriales y también industriales.

Una explicación más extensa divide los factores que condicionan una sociedad, su modo de vida, su evolución y su estabilidad, en tres niveles: La tesis del determinismo infraestructural dice que por ser los factores más difíciles de cambiar a corto plazo, y los que por su materialidad, no pueden ser cambiados a voluntad de manera instantánea, las sociedades se evolucionan restringidas por las condiciones que la infraestructura impone sobre la sociedad, especialmente sobre el modo de producción, cómo se organiza la producción y qué y para quién se produce.