Teodorico el Grande

Su linaje, los Amalos, se había asentado tras la desintegración del Imperio huno en el oeste de los Cárpatos, aproximadamente en la actual Hungría.[2]​ Su padre fue el caudillo Teodomiro y su madre la concubina de este, Erelieva Eusebia.El caudillo de los ostrogodos fue nombrado de este modo patricio y magister militum por el emperador, que lo envió a la península itálica a poner fin al gobierno de Flavio Odoacro, quien había alcanzado su posición diecisiete años atrás tras deponer al usurpador Rómulo Augusto, si bien Odoacro había cumplido como vasallo del emperador, con el tiempo comenzó a volverse más autónomo, hasta provocar la ruptura total con Zenón cuando apoyó al usurpador Leoncio y su magister militum Flavio Illos.[9]​ La Italia hacia la que Teodorico dirigió a su pueblo en el año 488 era un botín tremendamente deseable.La red comercial que conectaba la península, aunque debilitada debido a la fragmentación de la parte occidental del imperio, continuaba siendo importante.La mujer de Odoacro, Sunigilda, fue drogada hasta la muerte, y su hermano Onulfo fue asesinado por arqueros mientras buscaba refugio en una iglesia.En primer lugar, gobernaba en nombre de Zenón y aceptaba el rango superior de este, aunque en la práctica tenía plena autonomía para actuar tanto en su reino como en el resto del occidente europeo.Por otro lado, sus seguidores godos estuvieron satisfechos con los repartos de tierra que se hicieron y con los puestos militares, destinados a ellos en su inmensa mayoría.Al mismo tiempo, las fuerzas ostrogodas expulsaron a los burgundios de las posesiones visigodas que habían ocupado en Provenza, pero tuvieron cuidado de no entrometerse en los territorios dominados por los francos, evitando así un conflicto a gran escala.Todo ello hizo que tanto los visigodos como los hispanorromanos viesen con buenos ojos su gobierno.[16]​ De este modo, el monarca ostrogodo unió bajo su gobierno Italia, Hispania, la Galia mediterránea y las provincias del Danubio.[21]​ Pero si la figura de Teodorico ha llegado hasta el presente, su reino tuvo una vida mucho más corta.[25]​ Los historiadores manejan principalmente dos fuentes escritas para estudiar la figura de Teodorico el Grande.Estos textos, aunque se consideran auténticos, fueron cuidadosamente seleccionados en el año 539 o 540 por Casiodoro para justificar tanto su colaboración como la de otros potentados romanos con el reino ostrogodo, ofreciendo por lo tanto una visión especialmente positiva de Teodorico.El texto se basa en parte en una historia de los godos escrita (y actualmente perdida) por el anteriormente mencionado Casiodoro, que al estar al servicio del monarca del reino ostrogodo no puede considerarse un narrador neutral.
Edictum Theodorici regis del año 512. La continuidad de la administración imperial bajo el gobierno de Teodorico le granjeó el apoyo de las élites romanas.
Los territorios controlados directamente por Teodorico y, en un tono más suave, los reinos sobre los que ejercía hegemonía en el año 523. Salvando la Galia y Britania, sus hegemonía abarcaba todas las demás tierras del Imperio romano de occidente.
El Mausoleo de Teodorico en Rávena, un ejemplo de la tradición arquitectónica clásica puesta al servicio del poder germánico.