En los siguientes años y para sobrevivir Teobaldo y su esposa publicaron libros que tuvieron cierto éxito.
Su matrimonio inicialmente feliz se torno infeliz por los apuros económicos, la muerte de su segundo hijo fue un golpe doloroso para el príncipe.
En los meses posteriores al funeral, Teobaldo estuvo involucrado en un intento de robar pinturas de una villa en Tarbes.
Los problemas del príncipe estaban en la portada de muchos periódicos.
Tras la muerte de su padre en 1999, su hermano Enrique le concedió carácter dinástico a su único sobrino sobreviviente.