La leyenda cuenta que en Todi, a principios del siglo XVI, ocurrió un milagro.
La financiación del proyecto fue posible debido a varias fuentes, entre ellas de gran importancia las ofrendas realizadas por los peregrinos enfermos.
Otros arquitectos han contribuido a la construcción, entre ellos Antonio da Sangallo el Joven, Galeazzo Alessi y Michele Sanmicheli.
El proyecto comenzó acabarse en 1586, cuando se inició la construcción del tambor seguido por el resto de la cúpula.
Vista desde el exterior, la iglesia está decorado con un doble orden corinto de delicadas lesenas.
La planta central satisfacía plenamente los ideales de la época: perfección, máximo equilibrio posible entre las partes y unidad del espacio.
Vista desde el lateral, la iglesia, es ligeramente asimétrica y en ese ábside circular se colocó la imagen de la Virgen con el Niño.
Los ábsides del este, sur y oeste, los poligonales, se aligeran en el interior de cuatro nichos cada uno.
Horizontalmente, hay una división dada por un doble orden de lesenas (pero que no siguen las proporciones fechas fuera).
En el ábside lateral izquierdo se encuentra el órgano de tubos Pinchi opus 439, inaugurado en el 2008.