El tejido epidérmico vegetal es el protector vivo que recubre la superficie de toda la planta cuando esta posee una estructura primaria.
Se considera que falta la epidermis en la caliptra de la raíz y en los meristemas apicales.
Es una capa impermeable y gruesa, y normalmente está formada por una sola capa heterogénea de células aplanadas, cuya función es proteger las células interiores, limitar la transpiración, secretar algunas sustancias, almacenar otras, e intercambiar gases con el medio ambiente.
Esta última reduce la pérdida de agua hacia la atmósfera, y se encuentra a veces cubierta por cera en capas suaves o largos filamentos.
Las capas gruesas de cera le dan a la planta un aspecto brillante y lustrado.
Encontramos células que presentan mayor grosor e su pared celular, las cuales forman la cutícula externa que evita la desecación da las plantas y le da un aspecto lustroso.
Normalmente la pared exterior es la más gruesa, pudiendo, en algunos casos, llegar a lignificarse.
También se los puede hallar en la pared externa, llamándoselos ectodesmos, y por ellos saldrían al exterior la cutina, que formará la cutícula, las ceras, resinas, etc.
Los pelos absorbentes tienen como función absorber el agua del suelo y las sustancias disueltas en ella.
Los estomas y las células epidérmicas se distribuyen de manera desordenada.
El gen TMM participa en la regulación de la densidad y los patrones estomáticos.
Codifica una proteína similar a un receptor que influye en el equilibrio entre los estomas y las células del pavimento en la epidermis.
La proteína TMM interactúa con otros componentes de señalización para controlar el destino de las células fundamentales del linaje estomático (SLGC), lo que determina si permanecen en el linaje estomático o se diferencian en células del pavimento.
[4] [5] Por otra parte, el gen FLP es fundamental para las etapas finales del desarrollo estomático.
Codifica un factor de transcripción R2R3 MYB que controla la transición del ciclo celular a la diferenciación terminal en el linaje estomático.
Se cree que las hormonas vegetales, como el etileno y las citocinas, controlan la respuesta del desarrollo estomático a las condiciones ambientales.