Los tricomas (del griego τρίχωμα (trichōma), que significa cabello) son finos crecimientos o apéndices de plantas, algas, líquenes y algunos protistas.
Según su forma se clasifican en: pelos, escamas y vesículas.
Las escamas son tricomas laminares, generalmente multicelulares, más o menos redondeados, peltados, paralelos a la superficie del órgano.
Los tricomas son de dos tipos: glandulares (es decir, los que elaboran sustancias) y los no glandulares, que sólo secretan su propia pared.
La cutícula es delgada, reviste a todas las células y se puede separar de la pared ya que presenta por debajo una alta concentración en pectina, haciendo que sea la trama de la pared más débil.