Los diseños de Quarenghi para el teatro fueron grabados y publicados en 1787 haciendo ganar a su autor una gran notoriedad por toda Europa.
Por lo general, a las representaciones asistían varias docenas de nobles invitados por el monarca en persona.
Como muestra de gratitud hacia Quarenghi por su excelente trabajo en la construcción del teatro se construyó un palco privado para él y su familia desde el que podían asistir a las representaciones que quisieran y verlas en lugar privilegiado.
También en el Hermitage se pudieron ver las óperas prima del compositor italiano Domenico Cimarosa protegido de Catalina.
Mathilde Kschessinska, Anna Pávlova y Fiódor Chaliapin son sólo algunos ejemplos de los grandes artistas que actuaron en el Hermitage ante Nicolás II.