Las obras se iniciaron en julio de 2005, y se tenía previsto que finalizaran en el año 2012, pero las grandes filtraciones de agua provocaron retrasos, sobrecostes e impactos ambientales.
En su construcción han llegado a trabajar más de 4000 personas simultáneamente.
[5] Voces críticas han manifestado que mientras los estudios previos del nuevo túnel de San Gotardo en Suiza duraron unos diez años, en este caso se realizaron en unos meses.
[6] Entre estos problemas el más grave se revela los negligentes estudios geológicos ya que el túnel atraviesa 20 acuíferos, lo que ha provocado la afección de manantiales en la cordillera Cantábrica y filtraciones de agua al túnel, que actúa como canalizador de las mismas desde la vertiente leonesa a la vertiente asturiana.
Sin embargo, tras llevar a cabo numerosas actuaciones específicas para impermeabilizar las paredes, se ha reducido el caudal total (aguas tanto de la parte leonesa del túnel como de la asturiana) recogido a la salida del túnel a unos 280 l/s en diciembre de 2023.
[7] La vía I, túnel este, es de ancho mixto o “tres hilos” y permite el paso de trenes en ancho ibérico y estándar para alta velocidad.