Suscripción Nacional (Guerra civil española)

Los donantes entregaron, entre otras cosas, objetos preciosos, divisas, valores extranjeros y oro, en las sucursales del Banco de España, ente que se encargó luego de enviar los bienes a la sede en Burgos,[1]​ donde los metales preciosos fueron fundidos en lingotes.[2]​ En cada provincia de la zona sublevada se creó una Junta Provincial del Tesoro Público, integrada en su mayoría por militares.1.500 (mil quinientas pesetas) para el Tesoro Público, independientemente de las que ya hubiese realizado».[2]​ Para el historiador Ángel Viñas, fue una campaña importante de financiación para el naciente Estado franquista y los primeros momentos del Primer franquismo.Para promover las donaciones se instaba a los gobiernos locales a que desplegaran una amplia campaña de propaganda que podía incluir la organización de banquetes o fiestas del Plato Único.