Superiore anno

Se trata de la segunda encíclica del papa sobre el rezo del Rosario, al año siguiente de haber escrito la primera, Supremi apostolatus.[1]​ El papa comienza recordando las peticiones contenidas en la anterior encíclicaComo las causas que le impulsaron a implorar la protección de la Virgen se mantienen, el Papa quiere exhotar al pueblo critstiano para que continúe perseverante en el rezo del Rosario; siguiendo el ejemplo de Judit -iipo de la Virgen- y de los apóstoles, que perseveraban unánimes junto a María.Ahora, en Italia, hay un motivo más para implorar a María, la epidemia del cólera asiático que se extiende por importantes puertos franceses e invade Italia.Por todo esto, el papa repite la petición que hizo el año anterior y desea que desde el uno de octubre al dos de noviembre se realicen en los templos y capillas dedicados a María los mismos actos de culto, con el rezo del rosario y la bendición con el Santísimo, que se establecieron para 1883 en la encíclica Supremi apostolatus; concede además para esta ocasión las mismas indulgencias que estableció para el año anterior.