Suabos del Danubio

Suabos del Danubio (en alemán: Donauschwaben, en húngaro: Dunai-Svábok o Dunamenti németek, en rumano: Șvabi o Șvabi Dunăreni, en serbio: Дунавске Швабе, Dunavske Švabe, en croata: Podunavski Švabe, en búlgaro: дунавски шваби, dunavski shvabi) es el término genérico para referirse a los alemanes étnicos (no necesariamente suabos) que vivieron en el antiguo Reino de Hungría, especialmente en el valle del río Danubio.

Por ejemplo, el término alemanes de Hungría o Ungarndeutsche puede no incluir a todos los que quieran referirse.

Más aún, la existencia del Imperio austrohúngaro, que unió a Hungría y Austria bajo un mismo monarca, planteó desafíos adicionales en términos de denominación.

Budaörs, por ejemplo, una aldea en los suburbios de la actual Budapest, tenía 5281 residentes alemanes y solo 308 húngaros.

Miklós Ybl, suabo del Danubio considerado el más grande arquitecto de Hungría, y Alajos Hauszmann, otro suabo del Danubio cuyos padres procedían de Baviera, Alemania.

Por otro lado, la fantástica Ópera Nacional de Hungría es otro caso paradigmático: fue diseñada por el arq.

Al mismo tiempo, ambas estatuas fueron realizadas por Alajos Strobl, un reconocido escultor húngaro de origen alemán.

Alajos Hauszmann, junto a los también arquitectos de origen alemán nacidos en Hungría Flóris Korb y Kálmán Giergl.

Sándor Wekerle fue el primer ministro de Hungría no noble y ocupó ese cargo 3 veces.

En Yugoslavia, los alemanes étnicos locales fueron culpados colectivamente por las acciones de la Alemania nazi, pese a que perseguir a todo un grupo étnico aduciendo "culpas colectivas" representa un crimen de guerra.

Muchos otros suabos del Danubio emigraron a los Estados Unidos, Canadá, Brasil, Argentina y Australia.

Rusia llevó a cabo un genocidio contra los alemanes étnicos,[8]​[9]​[10]​[11]​[12]​[13]​ por lo que ellos ya no pudieron salir de allí.

En cambio, los suabos del Danubio, dado los conflictos específicos que tuvieron lugar en sus tierras natales y un período más prolongado en el que pudieron emigrar, también llegaron a la Argentina en oleadas tardías, es decir, ya fuera del auge de la Gran inmigración europea al país.

Eso hizo que, de un momento a otro, los suabos del Danubio quedaran viviendo en diferentes países.

Desde entonces, sus pasaportes decían que habían nacido en Hungría (más propiamente: República Popular de Hungría (1918-1919), República Soviética Húngara o Reino de Hungría (1920-1946)), el Reino de los Serbios, Croatas y Eslovenos (también conocido como Yugoslavia), o Rumania (Reino de Rumania), respectivamente, y así fueron registrados al ingresar a Argentina (por ejemplo, Francisco Kröpfl, suabo del Danubio registrado como rumano en Argentina, quien se convertiría más tarde en un gran compositor argentino).

Sin embargo, tal como en el pasado, esos eran solo sus lugares de nacimiento y no su nacionalidad: ellos tenían apellidos alemanes, hablaban alemán y mantenían su conciencia étnica intacta.

Otros alemanes radicados en el Partido de Quilmes trabajaron en la cervecería Bieckert, la cristalería Rigolleau (que fabricaba las botellas para esas cervecerías) o en la Compañía Argentina de Electricidad (CADE), entre otras industrias.

Finalmente, la Segunda Guerra Mundial hizo que llegaran algunos suabos del Danubio más, radicándose asimismo en Buenos Aires o sus afueras.

En tanto, en la ciudad de Temperley fundaron la «Sociedad Deportiva y Cultural Jugend vom Süden» (en español, Juventud del Sur).