Francisco Suñer

[1]​ «Angelical ateo», según le definió Benito Pérez Galdós en España trágica, en los debates del Congreso de los Diputados en torno a los artículos 21 y 22 del proyecto constitucional, destacó por sus diatribas anticlericales, en las que dijo declarar la guerra a dios y, manejando los Evangelios, negó la virginidad de María, provocando airadas protestas y una réplica del almirante Topete.

[5]​ El almirante y ministro Juan Bautista Topete protestó en nombre de "los dieciocho millones de españoles que aún no han perdido la fe ni la vergüenza".

En 1864 junto con Narciso Monturiol, Anselmo Clavé y otros encabezó la edición de un Almanac progresista en respuesta al que había publicado el Ateneo Catalán.

Según el periódico republicano El Graduador, Suñer y Capdevila fue «el espantajo de que se valieron los carlistas y los curas para soliviantar a las masas reaccionarias».

[6]​ Al producirse la Restauración borbónica se retiró de la vida pública.