Street Legal

Además, y aunque la Biblia había influido la obra de Dylan en trabajos anteriores como John Wesley Harding, Street Legal incluyó también canciones como «Changing of the Guards» y «No Time to Think» con connotaciones religiosas que evidenciaron la proximidad de su giro evangélico a comienzos del año siguiente.

Incluso con los músicos reunidos, Dylan no se vio preparado para ensayar debido a la batalla legal por la custodia de sus hijos y por el inminente estreno del largometraje Renaldo and Clara, a los que prestó más atención.

Entre tanto, Dylan completó su trabajo en Renaldo and Clara y comenzó a ensayar con los músicos.

El batería Howie Wyeth, que había estado en la Rolling Thunder Revue, decidió abandonar los ensayos por decisión propia.

Según el biógrafo Clinton Heylin: «Dylan comenzó a imponer una visión más grandiosa en cualquier sonido que los veteranos de la Revue habían concebido.

Con su amor por el R&B, no debería ser una sorpresa que anhelara una banda con un saxofonista y coristas femeninas...

No te queremos aquí haciendo tu nuevo material experimental, o llegando y tocando jams.

Las sesiones se llevaron a cabo en Rundown Studios, con un camión alquilado y equipado con una grabadora de 24 pistas por Dylan para grabar el proceso.

Sin embargo, solo necesitó cuatro días para grabar nueve de sus propias composiciones.

Dylan sabía qué canciones quería grabar, y aunque tres temas coescritos con Helena Springs fueron también grabados durante las sesiones, no existen indicios de que fueran consideradas como serias candidatas a incluirse en Street Legal.

Según Mansfield: «El mayor problema fue la forma en que se grabó, con Bob mostrándose impaciente con los asistentes de ingeniero, comprobando niveles y consiguiendo sonidos en sincronía, y el equipo de grabación solo tenía que luchar para poner los micrófonos en su lugar, y tener algo en la cinta, mientras nosotros estábamos tocando la canción las pocas veces que la tocábamos.

En consecuencia, la música estuvo muy mal grabada, pero ese material sonaba maravilloso en la habitación, un montón mejor que en Budokan.

Tras su publicación, Street Legal obtuvo en general reseñas mixtas o negativas de la prensa musical.

El crítico Jon Pareles, de la revista Crawdaddy!, remarcó que «Dylan todavía necesita un productor», y otros encontraron faltas tanto en las canciones como en las actuaciones.

[8]​[9]​ Street-Legal también llegó al top 10 en la lista de discos más vendidos de varios países europeos como Noruega, Suecia, Países Bajos y Austria, donde alcanzó los puestos tres, cuatro, cinco y siete respectivamente.

[10]​[11]​[12]​ Por el contrario, los sencillos extraídos de Street-Legal obtuvieron un éxito inferior: solo «Baby, Stop Crying» obtuvo una posición notable al entrar en el puesto trece de la lista británica UK Singles Chart.

En 1999, Don DeVito remezcló Street Legal usando tecnología digital en un intento por mejorar las mezclas originales.