Esta especie fue descrita formalmente en el año 2016 por los ornitólogos Adrián Santiago Di Giacomo y Cecilia Kopuchian, quienes practicaron un riguroso estudio mediante el cual se pudo establecer que se trataba de una especie distinta a los restantes capuchinos, la cual permanecía aún innominada.[2] La localidad tipo referida es: “Estancia San Alonso (en las coordenadas: 28°18′10.2″S 57°26′25.5″O / -28.302833, -57.440417), esteros del Iberá, departamento Concepción, Corrientes, Argentina”.[2] El macho presenta una corona plomiza, un notorio collar café oscuro (teñido de rufo en algunos ejemplares) que rodea a la cabeza, desde la nuca (donde es angosto o se desdibuja en algunos ejemplares) hasta la garganta (donde se ensancha y es más destacado) llegando a la mitad inferior del pico y de los ojos, los cuales tienen un fino anillo periocular.El pecho y el abdomen son ocráceos, pudiendo presentar algunas plumas teñidas de canela o blanco.El dorso y la rabadilla son gris-ocráceos, más ocre en el sector nucal que bordea el collar oscuro.También fue observado en zonas contiguas de Paraguay y en Mato Grosso del Sur, Brasil.[15][16] Esta especie comparte los pastizales pajonales y esteros de la cuenca media y superior del río Aguapey con un conjunto completo de aves globalmente amenazadas o casi amenazadas:[17] el capuchino pecho blanco (S. palustris), el capuchino corona gris (S. cinnamomea), el capuchino garganta café (S. ruficollis), el capuchino canela (S. hypoxantha), el capuchino castaño (S. hypochroma), la cachirla dorada (Anthus nattereri), la monjita dominicana (Heteroxolmis dominicana), el tordo amarillo (Xanthopsar flavus), el cachilo de antifaz (Coryphaspiza melanotis), el coludo chico (Emberizoides ypiranganus), el coludo grande (Emberizoides herbicola), el pecho amarillo grande (Pseudoleistes guirahuro), el yetapá grande (Gubernetes yetapa), el yetapá chico (Alectrurus tricolor), el yetapá de collar (Alectrurus risora), etc.; además de mamíferos emblemáticos que han desaparecido de vastas regiones, como el venadillo de las pampas (Ozotoceros bezoarticus leucogaster) y el aguará guazú (Chrysocyon brachyurus), por lo que la protección que se le pueda brindar beneficiará al mismo tiempo a numerosas especies amenazadas.[19] Todo ello determina la disminución efectiva del hábitat disponible para la especie, y su fragmentación en manchones discontinuos.
Esteros del Iberá
. En este humedal, y en otros menores y relacionados con él ubicados inmediatamente al oriente del mismo, se sitúa la distribución reproductiva de este taxón (la invernal aún es desconocida).