[6] Pequeñas poblaciones aún pueden sobrevivir en el parque nacional Noel Kempff Mercado, Santa Cruz, Bolivia,[7] en Paraguay en el departamento Concepción, y en la Argentina, en dos núcleos remanentes.
Habría un tercer núcleo argentino aún sobreviviente (o extinto en tiempos recientes) en el chaco salteño, en la zona de Gualliama.
[5] El otro núcleo se presenta en el centro-este de la provincia de Corrientes, en grandes lomas arenosas, alargadas, paralelas, e interpuestas al Iberá y a los bañados del Aguapey, y aledañas a la reserva natural Iberá.
Muestran invariablemente marcas blancas alrededor del hocico, en la cara interna de las orejas, la parte inferior del cuello, el vientre y la cara inferior de la cola, que es corta y tupida.
En la base del cuello y la cruz suele presentarse un remolino de pelaje más largo.
El macho es reconocible a la distancia por su fuerte olor almizclado, secretado por unas glándulas interdigitales, con el que marca su territorio, sobre todo durante la época de celo.
En parte del año vive en manadas de 6 a 11 ejemplares, pero antaño se observaron algunas integradas por 300 venados.
El zorro gris o pampa ataca a sus crías, al igual que el gato montés (Leopardus geoffroyi).
Los perros de los puestos ganaderos al igual que los asilvestrados, predan tanto sobre crías como sobre adultos.
Recién a los 7 meses cae el pelaje largo y lo cambia por otro corto, el mismo que presenta el ejemplar adulto.
Le afectan también los perros de los peones rurales, altas cargas ganado bovino, así como la continua caza furtiva.