Es una sopa que sirve caliente en cazuela de barro.
La sopa es descrita por el gastrónomo Ángel Muro que recibe su receta procedente del literato Antonio Sánchez Pérez.
[3] Las asaduras del cerdo, tras la matanza, se suelen sofreír en cebollas muy picadas.
Se suele cocer durante media hora antes de prepararse para ser servido.
Si la sopa nos ha quedado algo ligera, se espesa añadiendo lentamente un poco de sangre del cerdo (sin el cuajo) y sin dejar de remover.