Sonata para viola (Shostakóvich)

La obra está dedicada a Fyodor Druzhinin, violista del Cuarteto Beethoven.

[3]​ Según Sofía Khentova, las sonatas para viola de Mieczysław Weinberg y Grigory Frid habrían sido el impulso para que Shostakóvich compusiera la suya.

En respuesta a su propuesta de un concierto que abriría simultáneamente la temporada 1975-76 y conmemoraría su 69 cumpleaños, propuso un programa de sus sonatas para violonchelo, violín y viola, indicando que esta última se completaría en el verano.

Volvió a llamarle más tarde ese mismo día para preguntar si ciertos acordes dobles tocados en rápida sucesión eran posibles en la viola.

[7]​ El tema en pizzicato en la viola, sin acompañamiento, recuerda la apertura del Concierto para violín de Alban Berg,.

Shostakóvich se refirió al movimiento final como un "Adagio a la memoria de Beethoven" o "Adagio en memoria de un gran compositor", aunque enfatizó que su tono era "brillante y claro", caracterizándolo además como una "música radiante".

Un crítico del Izvestia escribió que la música era "como la catarsis de una tragedia: vida, lucha, superación, purificación por la luz, entrada en la inmortalidad".

Su transcripción del allegretto fue una pieza obligatoria para los violonchelistas que participaron en el Concurso Internacional Tchaikovsky de 1978.

Otros intérpretes, entre ellos Viviane Spanoghe (Talent, 2009), Petr Prause (Calliope, 2002), Carlos Prieto (Urtext, 2006), Friedrich Kleinhapl (Ars Produktion, 2004), Raphael Wallfisch (Black Box Classics, 2002), Ramon Jaffé (G&J Records, 1992) y Sharon Robinson (Koch International Classics, 2007) han grabado la sonata para violonchelo.

Shostakóvich en 1973.
Tumba de Shostakóvich
1966 Daniil Shafran
Yuri Abramovich Bashmet