Sofía fue criada y educada en la abadía de Gandersheim desde la niñez para convertirse finalmente en su abadesa.
[4] Gerberga le enseñó la disciplina del convento y leyes, que Sofía aprendió a la perfección.
El cronista contemporáneo Thangmar, en su Vita Bernwardi [Vida de san Bernardo], reveló una feroz discusión entre los líderes de iglesia delante del rey Otón III, su madre Teófano, y la corte real.
En las fuentes de Hildesheim, Sofía es representada como una mujer altiva e imperiosa, aunque esas descripciones pueden ser imparciales.
La sucesión inicialmente había sido reservada para su hermana menor, Matilde, quien no obstante se casó con el conde palatino Ezzo de Lotaringia.
Según el historiador local Georg Humann (1847-1932), Essen siempre estuvo en segundo plano para Sofía, y la importancia de la abadía declinó durante su administración.