Sociología de la lectura

[2]​ Nicolas Roubakine fue un investigador de origen ruso que emigró a Suiza en 1907; marcado por la Primera Guerra Mundial, Roubakine piensa que la lectura es la solución a todos los problemas de la humanidad.

Las élites serían los elegidos para llevar a cabo esta labor y así guiar a las masas populares, inculcarles las manera correcta de pensar, proporcionarles los conocimientos exactos y dotarlos de una cultura intelectual.

En esta etapa, la sociología de la cultura se articulará en torno a dos conceptos: prácticas y dominación.

También es importante señalar que los trabajos sobre la lectura estarán inspirados por la obra de Pierre Bourdieu.

[7]​ Las prácticas son generadas por el habitus, la posición que los agentes ocupan en el espacio social y desde la cual actúan y juzgan la totalidad del espacio social.

A su vez, el habitus es producido por determinados factores socioeconómicos (la cantidad de capital cultural y económico del que se disponga).

Lo humano es lo vulgar y lo fácil que suscita el placer sensorial al contemplar los bellos objetos representados; la mirada artística exige un distanciamiento de la obra y del objeto representado, una interrupción de las emociones y del deleite sensorial para concentrarse en la forma, en el componente plenamente artístico.

[16]​ El método cuantitativo por encuestas no sirve para estudiar la lectura como recepción; las entrevistas e historias de lectura son el vehículo que les permite penetrar en las formas de leer.

[18]​ En efecto, los lectores serán cuestionados sobre las obras que han leído durante su vida y cómo las leen y han leído; por otra parte, el entrevistado se ve obligado a construir una trayectoria de lectura en el momento mismo de la conversación, por tanto, debe dar un cierto significado a la historia de su práctica lectora.

[19]​ Investigadores como Bernard Lahire, Gerard Mauger, Claude Fossé-Poliak, Bernard Pudal, Martine Poulain, Martine Burgos y Michèle Petit, entre otros, han publicado los trabajos más recientes sobre sociología de la lectura.

Las principales críticas o puntos débiles que se le han encontrado a los estudios sociológicos sobre la lectura son dos: 1) la distancia entre prácticas declaradas y prácticas reales y 2) los supuestos o prejuicios que el sociólogo tiene sobre la lectura puede verse reflejados en las preguntas de encuestas y entrevistas, lo cual podría alterar los resultados obtenidos.

Roger Chartier.