El Orfeón de La Mancha es considerado el embajador manchego del canto coral, ya que ha llevado el nombre de su ciudad y su cultura por el continente.
A lo largo de sus cuarenta y cinco años de existencia ha ofrecido mil conciertos, todos ellos documentados, por toda la geografía española, así como en Portugal, Francia, Italia, Alemania, Suiza, Austria e Israel.
Entre los asistentes se encontraba el propio autor, Pedro Gil Lerín, que sería nombrado Hijo Adoptivo de Tobarra cuatro años después.
Un joven portador de una bomba atentó contra unos militantes judíos, y aunque el coro no corría peligro, el susto se quedó en el cuerpo.
En 2010 puso en marcha su coro infantil-juvenil,[4] formado por unos 50 niños, cuya madrina de honor fue la alcaldesa de Albacete, Carmen Oliver.