El sistema auditivo es el conjunto de órganos que hacen posible el sentido del oído en un ser vivo.
La audición es el sentido que le permite a los órganos captar el sonido del ambiente.
Los animales han desarrollado estructuras que permiten captar diferentes ondas sonoras.
[4] Las células ciliadas externas (OHC) están mínimamente inervadas por el ganglio espiral en haces comunicativos recíprocos lentos (no mielinizados) (30+ pelos por fibra nerviosa); esto contrasta con las células ciliadas internas (IHC) que sólo tienen inervación aferente (30+ fibras nerviosas por un pelo) pero están fuertemente conectadas.
Hay de tres a cuatro veces más OHC que IHC.
La membrana basilar (BM) es una barrera entre las escamas, a lo largo de cuyo borde se sitúan las IHC y las OHC.
La anchura y la rigidez de la membrana basilar varían para controlar las frecuencias mejor percibidas por las CCI.
El SOC tiene 14 núcleos descritos; aquí se utilizan sus abreviaturas (véase Complejo olivar superior para sus nombres completos).
PVO, CPO, RPO, VMPO, ALPO y SPON (inhibidos por la glicina) son diversos núcleos de señalización e inhibición.
[14][15][16][17] El cuerpo trapezoidal es donde la mayoría de las fibras del núcleo coclear (CN) se decusan (cruzan de izquierda a derecha y viceversa); este cruce ayuda a la localización del sonido.
Los núcleos ventrales del lemnisco lateral ayudan al colículo inferior (CI) a descodificar sonidos de amplitud modulada dando respuestas fásicas y tónicas (notas cortas y largas, respectivamente).
Lo anterior es lo que implica al CI en la "respuesta de sobresalto" y los reflejos oculares.
El CA es un mapa topográfico de frecuencias con haces que reaccionan a diferentes armonías, tiempos y tonos.
[25][26] El giro supramarginal (SMG) ayuda en la comprensión del lenguaje y es responsable de las respuestas compasivas.
[27][28] Los pliegues de cartílago que rodean el conducto auditivo externo se denominan pinna.
Estos huesecillos actúan como una palanca, convirtiendo las vibraciones sonoras del tímpano, de menor presión, en vibraciones sonoras de mayor presión en otra membrana más pequeña llamada ventana oval o ventana vestibular.
El oído medio sigue conteniendo la información sonora en forma de onda; ésta se convierte en impulsos nerviosos en la cóclea.
En este conducto, situado en la membrana basilar, se encuentra el órgano de Corti, que transforma las ondas mecánicas en señales eléctricas en las neuronas.
En algunas especies, como los murciélagos y los delfines, la relación se amplía en zonas específicas para apoyar su capacidad de sonar activo.
[29] Se cree que un motor accionado por calcio provoca un acortamiento de estos enlaces para regenerar las tensiones.
La región de la membrana basilar que suministra las entradas a una fibra nerviosa aferente concreta puede considerarse su campo receptivo.