Esta unión puede desencadenar respuestas rápidas, si el receptor es ionotrópico, es decir, si está acoplado a la apertura o cierre de canales iónicos; o lentas y prolongadas si es metabotrópico, es decir que realiza esta acción a través de segundos mensajeros.
En los potenciales postsinápticos excitatorios se produce la entrada de iones cargados positivamente, generalmente Sodio, produciendo una despolarización en la membrana y facilitando el potencial de acción.
En última instancia, para que se produzca el potencial de acción debe llegar una corriente despolarizante al cono axónico que supere el umbral del potencial de acción.
De esta manera habría varios factores implicados: La carga del potencial, la distancia al cono axónico y la diferencia temporal y espacial entre los potenciales.
En este caso, al provenir de una misma sinapsis siempre se amplifica la señal de la misma, pudiendo resultar en una mayor excitación o una mayor inhibición.
[2] Aun así, clasificar de esta forma los neurotransmisores es incorrecta, ya que hay muchos otros factores sinápticos que ayudan a determinar los efectos inhibitorios o excitatorios de un neurotransmisor.