[1] La sierra está constituida principalmente por materiales calcáreos con un claro predominio del periodo jurásico[2].
Debido a su situación se constituye como una importante barrera divisoria de aguas contribuyendo los arroyos nacidos en su sector oriental a alimentar el cauce del río Palancia (cuyo nacimiento se encuentra dentro de la propia sierra) y al Mijares por el norte, mientras que el sector occidental lo haría al Turia.
Por último, en las zonas más altas la vegetación se reduce a una cubierta almohadillada adaptada perfectamente a los fuertes vientos existentes destacando por tanto la sabina rastrera, el cojín de monja y el enebro (Juniperus comunis).
En cuanto a la fauna se encuentra representada mediante diversas especies cinegéticas como el conejo, la liebre, la perdiz o el jabalí.
Por último, otras especies de gran interés son el gato montés, el águila culebrera, Buitre Leonado y el azor.