En el diseño se contemplaba una leve reducción del blindaje vertical (10-20 mm menos) respecto a sus hermanos de la clase Yamato.
Estando en avance en un 45%, sus planos fueron alterados en septiembre de 1942 para ser reconvertido en portaaviones y fue terminado como tal.
La reconversión fue hecha en el más absoluto secreto, confinando a los obreros dentro del astillero y levantando grandes parapetos.
Su puente, centrado en la eslora y situado a estribor, tenía la característica chimenea en ángulo de 26° respecto a la vertical vista en otras clases de portaaviones japoneses, como el Taihō y los clase Jun'yō.
El Shinano como otros portaaviones anteriores no llevaba catapultas de vapor.
[4] Ninguna de estas armas llegó a ser empleada contra buques o aviones enemigos.
También se le consideró para el transporte de bombas volantes kamikaze Yokosuka MXY-7.
Transportaba además vehículos suicidas de ataque, como seis lanchas Shinyo y 50 aviones-cohete Ohka.
Se consideró que esta velocidad era suficiente para desanimar a cualquier submarino enemigo.
Abe ordenó a sus escoltas no alejarse de su posición bajo ningún motivo.
La persecución se extendió por más de 8 h, hasta eso de las 2:15 en que el Shinano y su formación terminaron su zigzag y cambiaron rumbo hacia la posición del submarino estadounidense.
[8] El capitán Toshio Abe consideró que los impactos habían sido amortiguados por los bulgues antitorpedo y ordenó no bajar la velocidad, pero la escora creciente del Shinano le indicó que los sistemas habían fallado.
La velocidad del Shinano hizo que debido a la presión hidráulica debido al avance, el agua penetrara en gran cantidad y a gran presión en los combados mamparos dañados.
A las 7:00, cuando amanecía, el Shinano ya sin impulso tenía una escora de 20° y Abe ordenó retirar el retrato del emperador y transferirlo a uno de sus escoltas.
El capitán Abe y un oficial alférez llamado Yazuda se encerraron en la timonera contándose entre las víctimas.