Cuando su tío, Jorge el Barbudo, lo visitara, organizaría una pelea entre Severino y su hermano mayor, Mauricio.
A pesar de la frágil salud, Severino siempre sacaba ventaja en tales peleas.
Esto dio a su padre la idea de que Mauricio era quizás más adecuado para una carrera eclesiástica.
[2] En 1526, Lucas Cranach el Viejo hizo dos retratos de los jóvenes príncipes Mauricio y Severino.
La pintura de Severino fue creada con témpera sobre madera y mide 57 x 38,5 cm.